Por Venancio Acosta Padrón
Esta estrofa repetitiva, que se
ha cantado por numerosos herreños a lo largo de los tiempos, durante la
interpretación de la típica “Meda”, expresa el sentir de
los herreños por la “Madre Amada”, la Virgen de los Reyes
y por su Bajada.
Y es que se manifiesta que el
largo camino que se ha de transitar durante la Bajada de la Virgen, desde el
amanecer hasta el ocaso, desde un extremo al otro de la Isla, no es impedimento
para acompañar a la imagen, donde la inmensa caminada se convierte en una tertulia
de amigos, y junto con los diferentes ritos que tienen lugar durante el
recorrido se transforman en la fiesta más importante, respetada y emotiva para
los herreños.
Asimismo se cumple el Voto, que tal
como manifiesta todos los herreños que no tengan algún legitimo impedimento han
de acompañar a la imagen de la Patrona, en su traslado desde la Dehesa hasta la
Villa. Por eso entre los herreños se habla, sobre todo en los de mas edad, de
llegaré hasta donde pueda, es decir que intentará acompañar a la imagen hasta
donde las fuerzas se lo permitan.
Y para aquellos que tienen
legitimo impedimento, la imagen durante su recorrido realiza algunas paradas
con el fin de que los impedidos tengan la posibilidad de verla. Tal es el caso
de la parada de las cuatro esquinas donde la comitiva realiza un descanso de
media hora y cuyo significado desde antaño era que los vecinos de los
diferentes pueblos de la comarca de Azofa y de la antigua jurisdicción e
Barlovento, pudieran esperar y acompañar a la Virgen durante este tiempo.
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