Por Venancio Acosta Padrón
Hacía la mitad de la tarde,
cuando la comitiva llega a las inmediaciones del pueblo de San Andrés, hay una
nueva parada o descanso de la Imagen. Se trata de la parada de Las Cuatro Esquinas,
en esos momentos la imagen se desplaza por la actual Raya del pueblo de San
Andrés, a pocos metros de finalizar la misma.
Como señala la tradición y las
antiguas costumbres, la parada se realiza en terrenos particulares y los
propietarios han de abrir el paso a toda la comitiva que acompaña a la Imagen y
permitir el descanso en el lugar señalado.
Se trata de un antiguo cruce de
caminos, que eran transitados todos aquellos que se desplazaban entre las zonas
central y norte de la Isla, un importante nudo de caminos por los que antaño
había un importante trasiego de ganados.
Esta parada, tiene un gran interés
simbólico, ya que tal como señala el Voto del año 1741, se realizaba con el fin
de que los vecinos que por alguna circunstancia no pudieran acompañar a la
Imagen, “que tenían legítimo impedimento”,
tuvieran la oportunidad de ver a la Virgen y realizarle sus propias peticiones
como era costumbre.
Hemos de tener en cuenta que por
aquellos tiempos del inició de la Bajada de la Virgen, en las inmediaciones de
dicho lugar, en un antiguo cruce de caminos, se encontraban no sólo los pueblos
de la comarca de Azofa, fundamentalmente San Andrés, sino también el pueblo de
La Albarrada y en dirección norte, el antiguo pueblo de Las Montañetas, perteneciente
a la entonces Jurisdicción de Barlovento.
A pocos metros, de la parada de
Las cuatro Esquinas, se encuentra la Raya, en la que los vecinos de San Andrés,
entregan a los vecinos de los pueblos del Norte la custodia de la Imagen.
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